sábado, 16 de julio de 2011

Thimphu, la capital de Bhutan

Nos hemos levantado a las 8:00 para salir una hora más tarde hacia Thimphu, la capital de Bhutan. Thimphu está a 50 minutos en coche de Paro, por la mejor carretera del país que viene a ser como una nacional mediana nuestra. Aquí se conduce de una forma muy particular, los coches que vienen pueden venir por tu carril para pasar al suyo cuando están a menos de 30 metros. Las curvas se toman invadiendo el carril contrario, circulan vacas por la carretera, los perros se echan a dormir en la calzada y hay también tráfico de gente andando a los lados. Los adelantamientos son sencillos, se toca la bocina y que se aparten que voy. Afortunadamente el paisaje es bonito y no miras mucho al trazado.


Camino a Thimphu hemos parado en un puente donde se juntan los ríos Paro y Thimphu, se aprecia el diferente color del agua en la confluencia. Véase también por dónde va el peatón que viene por el medio de la carretera.



Los camiones cargados de bambú son frecuentes y la carga sobresale siempre un mínimo de cuatro o cinco metros.


Nos detenemos, Golpa el chofer ha visto monos en la ladera de la derecha. Son Langures  grises emparentados con el raro Langur dorado que una de las joyas del país.
Parece que tienen bastante mal genio y se pelean rodando por la ladera.



Llegamos a la capital, que suele ser lo que menos me gusta de estos países. Pero Thimphu no es una ciudad fea y la vestimenta de la gente le da mucho colorido, el día que la gente deje de vestir con el traje típico este país perderá uno de sus encantos.


Vemos los edificios del gobierno, como el edificio de los ministerios


Y el Parlamento de Bhutan uno de los parlamentos democráticos mas jóvenes del mundo.


Lo más impresionante de Thimphu es el Buda gigantesco que están construyendo en un monte que domina la ciudad. En un mes por Asia hemos visto más de mil Budas pero éste es el más bonito sin lugar a dudas. Tiene 42 metros de alto y esta entre los cuatro más grandes del mundo.






Hemos visitado alguna de las numerosas estupas de la ciudad, la gente reza al lado de los molinos de oración y dan vueltas a la estupa siempre en sentido de las agujas del reloj. De vez en cuando hay alguien con chandal, pocos pero desentonan barbaridad.






Por el recinto hay gente para llenar un álbum de retratos, muchos rezan dando vueltas a su molinillo de oraciones. Impresionante seriedad y concentración.




El guardia de tráfico tiene un emplazamiento de los que ya no se ven.


Pasamos por un cine estrenan una película local, lo cual tienen mérito en un país que no llega al millón de habitantes.

Para terminar hemos recorrido el mercado local muy organizado y limpio gracias en parte a las escobas locales.



Nos volvemos a Paro, no puedo evitar fotografiar el andamiaje de una casa en construcción, todo de bambú incluso una rampa para subir los materiales hasta arriba pues no hay grúa.


De vuelta a Paro nos acercamos a ver una competición del deporte nacional, el tiro con arco. Todos los días hay arqueros practicando. La diana de de 50x50 está a 150 m y aciertan con facilidad, son aficionados pero muy buenos. Cuando preguntamos a Karma si tienen alguna medalla olímpica en este deporte, nos dice que cuando pones a un arquero de estos, acostumbrados a tirar en el campo, en un estadio con 25.000 personas  se ponen nerviosos y fallan todo. Una lástima.





Lo que más llama la atención es que en Bhutan todo es así como se ve, no hay nada montado para turistas sencillamente porque turistas hay pocos. Antes de regresar al resort nos damos una vuelta por Paro para comprar algún recuerdo. Las tiendas tienen unas ventanas que es por donde compra la gente. Una de la fotos es la barberia y se ve al fotografo en el espejo.




Y a descansar, mañana tenemos un día especial y necesitaremos las fuerzas



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