lunes, 18 de julio de 2011

Tiger´s Nest, llamando a las puertas del cielo.

El nido del Tigre”

Hay días en la vida que se convierten en inolvidables, hay rincones en los viajes que  adquieren la misma categoría. Llevamos viajando muchos años, hemos visto lugares increíbles y espectáculos de la naturaleza asombrosos. Lo que hemos visto y vivido este día en este rincón de Bhutan, lo situamos en el “Top five”  de las maravillas que hemos tenido la suerte de poder ver por el mundo… Por no decir que es, globalmente, lo más espectacular e impactante que hemos visto jamás.

No es sólo el lugar, cuyas fotos no estarán nunca a la altura del entorno, es la atmosfera de Tiger´s Nest, lo mágico, lo místico, la luz, los sonidos, el misterio, las leyendas del lugar, los monjes, el silencio, el contacto con la gente, la paz. Es en definitiva lo que nos llevamos dentro de nosotros  y que nunca podremos olvidar.

Este ha sido el colofón a un gran viaje, el fin de fiesta, los fuegos artificiales. Pido perdón de antemano por no haber sido capaz de transmitir lo que hoy hemos sentido en Tiger´s Nest, simplemente porque es imposible de explicar.

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Llega el gran día, nos hemos levantado alegres, ya desaparecieron los dolores de cabeza, debidos a la altura, de los primeros días. Estamos aclimatados y con las piernas listas después de largas caminatas. Vamos a visitar un sitio único, un maravilloso monasterio colgado del vacío a 3.120 m de altura. El lugar más sagrado de Bhutan.

Según la leyenda hacia el siglo VIII llegó a este lugar, a lomos de un tigre volador, el Guru Rinpoche considerado el segundo Buda. Meditó durante unos días en una cueva que todavía existe en el monasterio, cerrada hoy con una puerta dorada que sólo se abre un día al año. Hacia finales del siglo XVII se construyó en este lugar el actual monasterio.

08:50 AM. Golpa, nuestro chófer, nos deja en el parking en un claro del bosque. Tiger´s Nest se ve diminuto en lo alto de un acantilado, nos separan de allí 700 metros de desnivel y dos horas y media de dura subida. Las nubes dan un aire de misterio al lugar a esta hora de la mañana.


Nos ponemos en marcha. tenemos ganas de llegar y comprobar si es verdad todo lo que hemos oído. Vamos solo los tres con Karma, al que ya le hemos cogido un cariño difícil de explicar,  nos va relatando historias del lugar que vamos a visitar.



Empiezan a aparecer los “mantras” escritos en la roca y los molinos de oración movidos por el agua del río.



Hay que descansar de vez en cuando pero ya empezamos a ver como vamos ganando altura rápidamente



Paloma sube charlando con Karma animadamente y yo me pregunto cómo puede andar, respirar y hablar a la vez a esta altura.


El monasterio que ha permanecido oculto por la ladera de bosque que ascendemos aparece después de una curva del camino. Cada vez es más bonito.




El monasterio cuelga de un acantilado de unos 500 metros de altura, la vista es impresionante.


Por el camino hay vendedores de recuerdos, el sitio es muy visitado por ser el más sagrado de Bhutan


Llegamos a la mitad de la subida donde hay un mirador y una “cafetería” donde paramos a tomar algo con cafeína para reponer fuerzas. La vista empieza a ser de una belleza indescriptible. Empiezo a pensar que no se puede reflejar lo que veo en una foto, pero lo intento.



Con el teleobjetivo me acerco, no puedo esperar para verlo de cerca. Es impresionante.


El monasterio atrae la mirada continuamente


Reanudamos la subida y nos vamos cruzando con gente que vuelve de su peregrinaje.



Tiger´s nest nos va enseñando una vista diferente a medida que nos acercamos



Al final superamos la altura del monasterio, hay que hacerlo para acceder por arriba al recodo que da el único acceso al lugar. Queremos mil fotos, es lo más bonito que hemos visto en mucho tiempo.




Llegamos a un punto en el que hay que descender por unos 500 escalones para  situarnos a las puertas del monasterio.






El lugar tiene una fuerza increíble, empieza a notarse algo especial a medida que te acercas hay algo que notas que no se puede explicar. Empezamos a ver el camino que nos queda por recorrer.


Y los detalles de este impresionante monasterio.


Hay que bajar y subir tanto para llegar que parece que el monasterio se mueve hacia arriba y abajo


Llegamos justo al recodo en el que gira el camino y se encara con el acantilado del templo hay una cascada en este punto.


Miramos hacia atrás y vemos los escalones que luego habrá que subir a la vuelta.


Paloma hace amistad con unas monjas budistas que vienen desde Katmandu para visitar este lugar sagrado.

Y llegamos ¡por fin! Estamos en las puertas de Tiger´s Nest. Se acaban las fotos, a partir de aquí entramos en un lugar sagrado, nos arreglamos un poco y me pongo las perneras del pantalón.


Por la información de las fotos permanecimos dentro de Tiger´s nest una hora y siete minutos que es el intervalo entre la última foto antes de entrar y la siguiente. Lo que ocurrió en ese tiempo es difícil de reflejar solo con palabras.

Empezamos a subir el último tramo de escaleras de piedra. En una caseta de la entrada dejamos mochilas y cámaras, sólo nos permiten entrar las banderas de oración que compramos en Paro y que llevan varios días en la mochila. Karma también compró banderas y espera conseguir que las bendigan aquí. Para el es muy importante, el mes que viene nacerá su primer hijo y quiere que todo vaya bien. Creo que ha elegido el mejor lugar para bendecir las banderas.

 A Karma le ha cambiado la cara, tiene un aspecto de seriedad y respeto, habla en voz baja y con la cabeza inclinada. El monasterio tiene una configuración con muchos niveles, distintos edificios y escaleras por todos los sitios. De vez en cuando vemos la vista hacia el valle, es impresionante, si existiera un tigre volador, éste es el sitio donde pararía a descansar.

Atravesamos un patio y entramos descalzos en una pequeña capilla, con suelo de roca de las muchas del monasterio. Karma empieza a realizar una serie de reverencias y postraciones que repite varias veces, lo observamos con respeto. Un monje sentado delante de la única ventana lee sus oraciones mientras mueve su cuerpo hacia delante y atrás. A la izquierda hay una puerta dorada, es la que cierra la cueva donde meditó el Guru Rinpoche y que sólo se abre una vez al año. El lugar tiene algo que no se puede explicar, emociona hasta tal punto que los ojos se me humedecen y se altera la respiración.

Pasamos a otro pequeño patio, hay una gran piedra con un huella redonda y negra Karma nos dice que hay que situarse enfrente a unos tres metros, apuntar con el pulgar, cerrar los ojos y avanzar agachado hacia la piedra intentando hacer diana en la huella. Conseguirlo supone que tu deseo se hará realidad y la suerte te acompañara en la vida. Prueba Karma y no lo consigue, ha estado aquí un centenar de veces y no lo ha conseguido nunca. Lo intento yo, fallo por 10 cm. Paloma va directa pero en el último momento se desvía  a la derecha otros 10 cm. Blanca apunta, cierra los ojos y va directa a la huella. Karma casi se desmaya nunca había visto conseguir acertar a nadie.

Entramos en una sala que da acceso a una capilla impresionante, dentro hay unos veinte monjes con tambores tibetanos rezando con un rumor que deja sin respiración. En un atril esta el lama principal del monasterio orando con sus monjes. Nos permiten sentarnos en el suelo de madera de la entrada y permanecer allí observando. La escena es de una pureza y belleza increíble  y nosotros tres sentados en el suelo, solos con los monjes, rodeados de esos sonidos, esa luz , las miradas de los monjes y ese ambiente…… no lo olvidaré jamás.  Karma hace gestiones con un par de monjes para conseguir que el superior del monasterio nos bendiga las banderas pero parece que no tiene suerte. Al poco tiempo el Lama principal se levanta y se ausenta de la sala, la intensidad de los rezos disminuye.

Karma  ha salido nervioso y nos dice que le esperemos allí, no hay problema estoy tan a gusto que me quedaría aquí una hora. La escena sigue desarrollándose delante de nosotros, seguimos solos con los monjes. Karma entra deprisa, está nervioso, nos dice que vayamos rápido con el, nos va a recibir el Lama superior.

Entramos en una capilla grande, el Lama principal esta en una esquina nos mira y nos dice que nos acerquemos. Karma habla con el con voz muy suave y deja sus banderas delante, nosotros hacemos lo mismo. Nos sentamos en el suelo, ¿estoy soñando? Estamos en Bhutan, en el monasterio más importante, sentados en el suelo de una capilla, solos  con el monje principal empezando una ceremonia para bendecir nuestras banderas de oración. 

Termina la bendición el Lama echa unos granos de arroz y un liquido perfumado sobre las banderas las pliega y le ayudo a poner unas gomas elásticas, rozo su mano. Nos dice que no las despleguemos hasta que estemos en el lugar donde las vamos a colgar y que tienen que ser un lugar donde el viento las mueva para que transporte las oraciones.

Salimos del monasterio, no sé si piso en el suelo o voy flotando, comenzamos el descenso. En la puerta coincidimos con las monjas de Nepal y nos hacemos una foto de despedida antes de comenzar el regreso.

Una de las monjas nos pide que colguemos su pañuelo junto a unas banderas de oración y nos despedimos de ellas.







Paramos de nuevo en el mirador para comer algo y Karma se cuela para enseñarnos la cocina que es la auténtica cocina de Bhutan, nos explica que el menú es vegetariano porque estamos en un lugar sagrado





Los monjes que regresan se hacen fotos de recuerdo

Llegamos al llano cerca del parking.

Ha sido un día extraordinario, ya solo nos quedan las despedidas. Mañana día 19 volamos a Bangkok y al día siguiente a Madrid. Nuestro viaje se acaba, sólo queda una última entrada para despedirme y cerrar el blog.






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